Museo Casa de Cervantes, Valladolid, España

Museo Casa de Cervantes, situado en la ciudad de Valladolid de la comunidad autónoma de Castilla y León, España, es la casa donde vivió el novelista, poeta y dramaturgo Miguel de Cervantes en el año 1605. Actualmente es un museo. El edificio fue declarado Bien de Interés Cultural el 9 de junio de 1958.

El Museo está situado en el edificio ocupado por el escritor Miguel de Cervantes durante su estancia en Valladolid entre 1604 y 1606. La estancia de Cervantes en Valladolid coincidió con la publicación de la primera edición de Don Quijote en 1605. En su interior se intenta Recrear el ambiente que el escritor podía respirar tranquilamente en una casa decorada, según las posibilidades de un noble español del siglo XVII.

En el año 1600 la corte de Felipe III se trasladó a Valladolid, hasta 1606 en que regresó de nuevo a Madrid. Durante esos seis años Valladolid experimentó una serie de mejoras y ganó también mucho en el aspecto cultural y financiero, pero faltó alojamiento. En el año 1602, en lo que se llamaba Acera del Rastro se empezó la construcción de cinco pares de casas, una de las cuales, o mejor dicho parte de ella, fue la que habitó Cervantes en 1605. El promotor de las casas fue Juan de las Navas, apoderado del Ayuntamiento y también administrador de las vecinas carnicerías y del servicio de velería. Las casas quedaron ubicadas frente al puente de madera sobre un ramal del río Esgueva (afluente del río Pisuerga, que en aquellos tiempos pasaba por delante de la Acera del Rastro, en lo que hoy es la calle de Miguel Íscar).

Se sabía desde antiguo que Cervantes había vivido algunos años en Valladolid y que había llegado a esta ciudad por asuntos de trabajo y relacionado con la mudanza de la corte de Felipe III. Cervantes había sido recaudador de impuestos atrasados (alcabalas) y comisario de la Armada; ya que, según el mismo documento que pérmitió la identificación de la casa, le visitaron por negocios un asentista genovés y un banquero sevillano, es de suponer que trabajaba en la banca, como contable. Pero durante siglos todo fueron suposiciones y nada había de cierto sobre el lugar exacto de su casa. Hasta que a finales del siglo XVIII se halló la anterior información, que es un documento notable sobre la vida de Cervantes: se pudo averiguar con exactitud el lugar de la casa que habitó durante su estancia en la ciudad castellana porque se le nombra claramente a él y a su familia y se describe con exactitud el lugar donde se ubicaba su vivienda, y se lee claramente y en detalle las vidas que todos llevaban.

El herido fue transportado a la casa que estaba pegada a la de Cervantes, por lo que todos los vecinos de aquellos inmuebles tuvieron que acudir a testificar, entre ellos Cervantes y su familia.

Hacia el año 1860 llegó a Valladolid el cervantista José Santa María de Hita que investigó con más profundidad que lo hubieran hecho otros ilustres personajes anteriormente. El 29 de abril de 1862 ya tenía en su poder todos los resultados de la investigación y la certeza de haber dado exactamente con la casa de Cervantes.

En 1912, el Marqués de la Vega Inclán, Comisionado Real de Turismo, y el Sr. Archer Huntington, presidente de la Sociedad Hispana de América, compran los edificios correspondientes a la casa de Cervantes y sus anexos, para preservar todos ellos del naufragio, con El apoyo del Rey de España Alfonso XIII. Su intención era fundar una Biblioteca y un Museo en honor de Miguel de Cervantes. Primero fue la Biblioteca Popular Cervantina en 1916, y luego el museo en 1948.

Todas estas pistas fueron muy fáciles de seguir por el ilustre cervantista. Desde entonces la casa de Cervantes no ha variado prácticamente nada y se conservan junto a ella las otras cuatro casas nuevas. Hubo un tiempo en que la casa fue olvidada y a punto estuvo de derruirse para hacer un ensanche moderno, pero se pudo evitar gracias a la intervención del gran mecenas y también cervantista marqués de la Vega Inclán, que consiguió las reparaciones y compras pertinentes con su propia ayuda más la ayuda que le prestó el rey Alfonso XIII (que más tarde regalaría su aportación al Estado español), y la del Presidente de la Sociedad Hispánica de Nueva York, señor Archer Milton Huntington. Así pudo conservarse y convertirse en museo la casa de Valladolid, que durante algunos años cobijó a Cervantes y su familia y en la cual fueron escritas obras como El coloquio de los perros, El casamiento engañoso, La ilustre fregona, El licenciado Vidriera y algunas más.

En el jardín fueron instalados los restos de la antigua fachada del Hospital de la Resurrección, que en tiempos de Cervantes se hallaba próximo a su casa y que es el escenario de una de sus Novelas ejemplares, El coloquio de los perros.

En 2005, con motivo del IV Centenario de la primera edición de Don Quijote de la Mancha, se llevaron a cabo una serie de reformas y limpieza del inmueble y de su jardín.

En la actualidad es el Museo Casa de Cervantes, gestionado por el Ministerio de Cultura. Además de la visita de los curiosos y turistas, ofrece jornadas literarias todos los meses y homenajes a Cervantes cada 23 de abril.