Cubismo sintético

Los últimos inventos del cubismo analítico proyectan el movimiento hacia su era más lúdica. Si el período analítico hubiera sacrificado la unidad del objeto alojándolo en un espacio que revela su esencia, la fase del cubismo sintético encuentra una manera de restaurarlo sin renunciar a las innovaciones espaciales.

Las principales características compositivas del cubismo sintético residen en la elección de yuxtaponer o superponer partes distintas de una representación, a menudo utilizando técnicas significativas como el collage y el papel de collé, favoreciendo así las composiciones de objetos con visiones poloculares del mismo objeto. En la obra de 1912, por ejemplo, Picasso pintó la textura tejida del asiento por separado en cera y luego la pegó al lienzo. Braque utilizó la misma técnica, que la perfeccionó en su plato de fruta y vidrio. Entre las técnicas preferidas por los cubistas sintéticos también hay letras, y el uso de papel impreso es de gran importancia. No es raro que los trabajos de este período sean monocromáticos y utilicen técnicas experimentales. Entre los seguidores más importantes de esta corriente,Además de Picasso y Braque que sentaron las bases, está el español Juan Gris.

El nacimiento del cubismo sintético, un término con el que generalmente se identifica la tercera parte del movimiento pictórico, se remonta comúnmente a 1912, año en que Picasso pintó Naturaleza muerta con silla. Tras la invasión espacial de los signos (Journal, fósforo, tubo y vidrio, 1911, Picasso), los pintores tuvieron la idea de representar objetos a través de sus características esenciales, o de manera sintética.

Esta nueva figuración, que autoriza una libertad figurativa nunca alcanzada, también se ve animada por el regreso de los colores brillantes. El espacio de perspectiva ahora ha desaparecido a favor de un espacio conceptual. Braque y Picasso, sin embargo, lo harán de manera diferente.

Braque, habiendo hecho que las formas y el color sean autónomos en los papeles encolados, traduce estos trastornos espaciales, al tiempo que conserva un espacio plano hasta 1913. De ahora en adelante, el objeto ya no se presenta en orden, se dirige a la mente para ser repuesto. Los papeles se reemplazan por planos verticales y horizontales, la técnica de imitación de madera, practicada en 1912, se refina para crear un espacio sin relieve donde el objeto sintetizado parece avanzar hacia el espectador (Le Violon (Valse), 1913).

Después de haber experimentado en ensamblajes y construcciones la capacidad de los objetos cubistas para evolucionar en el espacio real de su taller, Picasso traduce esta experiencia a nivel pictórico al alojar figuras cubistas sintéticas en un espacio clásico (Mujer en camisa en un sillón, 1913). Esta práctica da lugar a nuevas generaciones de papeles encolados, donde confronta la perspectiva y el espacio cubista con varios objetos (periódicos, paquetes de cigarrillos …) y construcciones donde los objetos reales y cubistas se codean (Le Verre Absinthe, 1914). Llegando a la conclusión de que el espacio cubista contiene espacio en perspectiva, Picasso impone el cubismo como la evolución lógica de la pintura. Por lo tanto, le da a la pintura una función adecuada, socavada desde la aparición de la fotografía: anteriormente un espejo de la realidad, ahora es un espacio propicio para la reflexión.