Museo Nacional Arqueològic de Tarragona, España

El Museo Arqueológico Nacional de Tarragona es un museo público situado en la ciudad de Tarragona (Cataluña, España) que se centra en su rico patrimonio histórico y restos antiguos. Incluye hallazgos arqueológicos del pasado romano y primitivo de Tarraco, así como una biblioteca. Los orígenes del museo se remontan al siglo XIX, convirtiéndose en el más antiguo de su tipo en Cataluña, con algunas colecciones reuniendo objetos encontrados a partir del siglo XVI, pero la mayoría de los descubrimientos han tenido lugar en los últimos 150 años. Forma parte de la red de museos de Europa romana.

El Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT), creado a mediados del siglo XIX como Museo Provincial, promueve la recuperación, conservación, investigación y difusión del patrimonio procedente de la ciudad romana de Tarraco y de su área de influencia. Además del Museo Arqueológico, el MNAT gestiona el Museo y la necrópolis paleocristiana, la vil • romana de Els Munts (Altafulla) y la vil • romana de Centcelles (Constantí), así como los monumentos del Arco de Bará, la torre de los Escipiones y el teatro romano de Tarragona. Para llevar a cabo sus objetivos organiza actividades y ofrece servicios diversos como exposiciones temporales, ciclos de conferencias, seminarios, talleres y actividades de reconstrucción histórica, edición de publicaciones y realización de programas audiovisuales.

El Museo Arqueológico Nacional de Tarragona se estableció a mediados del siglo XIX como Museo Provincial, convirtiéndolo en el más antiguo de su especialidad en Cataluña. Con el tiempo, se ha convertido en el centro más importante para la recuperación, preservación, investigación y difusión del patrimonio de la ciudad romana de Tarraco y su área de influencia.

El edificio central, donde se encuentra la exposición permanente, es un bien cultural de interés nacional. Se trata de un edificio emblemático tanto por el inmueble como por el contenido de la col • colección. El diseño exterior con piedra escuadrada que se integra perfectamente con el resto de viviendas de la zona así como con los restos de la muralla romana, dado que fue diseñado por las piezas que hay en su interior se ve una armonía entre las salas y la col • colección los restos romanos. Cabe destacar la iluminación • iluminación cenital de algunas salas como del gran número de ventanales. Situado sobre una colina que domina el mar, el valor de esta obra consiste en su perfecta integración con el entorno, ya que para su construcción se utilizó piedra de la cantera del Mèdol de características iguales que la muralla romana, que le sirve de base. Tiene planta baja y dos pisos, además de un sótano que corresponde a la planta baja del paseo San Antonio, debido al desnivel del terreno. Presenta una doble cornisa que reduce considerablemente la altura real y la parte frontal. Elementos neoclásicos y aberturas funcionales para conseguir el máximo de iluminación • iluminación natural en el museo.

Exposición permanente:
El Museo Nacional Arqueológico de Tarragona es el más antiguo de Cataluña en su especialidad. En 1960 se trasladó al edificio que ocupa actualmente, edificado de nueva planta como Museo, con la particularidad de que en el subsuelo se conservaba un fragmento del lienzo de la muralla, que se conservó in situ.

A lo largo de los años transcurridos desde su inauguración, el museo fue incorporando cambios puntuales para adaptarse a las nuevas necesidades, pero fue en 1993, con motivo de la celebración del XIV Congreso Internacional de arqueología Clásica en Tarragona (6-11 de septiembre de 1993), cuando el Museo fue objeto de una serie de obras de reforma, tanto desde el punto de vista estructural como museográfico. El Museo Nacional Arqueológico muestra en sus col • leccions una clara vocación romanista. La importancia histórica y monumental de la ciudad de Tarraco y la problemática arqueológica urbana que conlleva el yacimiento han orientado los esfuerzos investigadores del Museo hacia esta etapa histórica.

Los materiales proceden básicamente de los trabajos de urbanización, privados y públicos, de los hallazgos casuales y de las aportaciones particulares, al menos hasta la tercera década del siglo XX. Esta tendencia cambiará sustancialmente a partir de las excavaciones metódicas que Joan Serra Vilaró llevará a cabo el Foro de la Colonia y en la Necrópolis Paleocristiana (1926 a 1933). Tras un pequeño lapsus provocado por la Guerra Civil y la inmediata posguerra, la ciudad creció rápidamente -y de forma poco controlada- durante los años cincuenta y, sobre todo, durante los sesenta y buena parte de los setenta: esto hizo que las hallazgos casuales volvieran a ser mayoritarias, salvo algunas intervenciones en zonas muy concretas (Anfiteatro, vil • romana de Centcelles, «Torre de Pilatos», vil • romana de Els Munts, plaza de Rovellat, etc.).

Desde 1978 y, especialmente, desde la creación del Servicio de Arqueología de la Generalitat (1981), las intervenciones arqueológicas -programada o de urgencia- son casi la única fuente de ingreso del museo, con un aumento muy considerable de depósitos procedentes de excavaciones de la misma ciudad, los principales monumentos y de otras zonas de interés de la ciudad y de los alrededores (Teatro, Casa del Mar, Circo, Parque de la ciudad, Anfiteatro, calle de en Vila -Roma, calle Pere Martell, etc.). El museo se ha convertido, así, el centro de conservación y difusión de unos testigos materiales que il • ilustran el proceso de romanización de la Península Ibérica y que, en definitiva, han de hacer comprensibles las formas de vida de este periodo.

Necrópolis Paleocristiana:
necrópolis paleocristiana de Tarragona es un conjunto funerario de época tardorromana de mediados del siglo III dC ubicado fuera del casco urbano, cerca del río Francolí, que perdura hasta el siglo V. Fue descubierta en 1923 durante los trabajos de cimentación para construir una fábrica. Forma parte del Conjunto arqueológico de Tarraco, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El área de cementerio cuenta con unas 2.051 tumbas que abarcan desde el siglo III hasta el periodo visigótico y configura el área funeraria tardo a cielo abierto más importante del Occidente romano. El recinto de la Necrópolis está formado por una zona excavada al aire libre (protegida por una estructura metálica • lica), el edificio del museo, unas criptas funerarias y una zona de jardines con sarcófagos expuestos al público. Actualmente la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona está situada en el espacio que delimitan la avenida de Ramón y Cajal, la avenida de la Independencia, la Fábrica de Tabacos y la avenida del Cardenal Vidal i Barraquer.

Vil • romana de Els Munts:
La vil • romana de Els Munts está ubicada en el municipio de Altafulla, a 12 kilómetros de Tarragona, sobre una pequeña colina al borde de la playa. La vil • la de los Montones muestra una zona residencial romana lujosa del siglo II dC en Tarraco. Fue un importante núcleo residencial, con ricos elementos decorativos, que ha servido a los historiadores para documentar cómo era la residencia de un alto cargo de la administración de Tarraco. Los elementos que se han recuperado a través de las excavaciones nos demuestran la magnitud del complejo agricultor. La riqueza de las estatuas, pinturas, pavimentos, mosaicos y columnas de mármol no han dejado lugar a dudas sobre el lujo de esta zona residencial romana. Esta opulencia hay que relacionarla con Caius Valerius Avitus, uno de los dos duumviri (una especie de alcaldes) de Tarraco durante el siglo II dC. En Caius antes había mandado Augustóbriga (en Soria) y en Tarraco se construyó una villa de dos plantas inmensa, con jardines, términos y ricos mosaicos en la primera planta. En el piso de encima, prácticamente desaparecido, había un pórtico con vista al mar.

Vil • la romana de Centcelles:
La vil • romana de Centcelles está ubicada en el actual término municipal de Constantí, a 6 kilómetros de Tarragona, muy cerca del río Francolí. Es uno de los monumentos romanos conservados más importantes de los Países Catalanes y de la Península Ibérica, principalmente por sus mosaicos. El lugar fue ocupado por una gran vil • la del alto imperio, completamente rehecha durante el siglo IV dC; a esta segunda fase pertenecen unas termas romanas. El edificio fue aprovechado durante la época medieval como capilla dedicada a San Bartolomé y luego como casa de campo hasta el 1958. La importancia del edificio radica en una de las estancias principales de la villa • la, espacio que durante muchos años se ha pensado que fue habilitado, a mediados del siglo IV, como mausoleo. Su cúpula presenta un revestimiento de mosaico con escenas de cacería, representaciones del Antiguo y del Nuevo Testamento, de las cuatro estaciones y de personajes entronizados. Una nueva interpretación cronológica y funcional para el edificio tardorromano de Centcelles propone situar su construcción alrededor del año 420 dC y relacionarlo con el praetorium del comas Hispaniarum Asterius y su ejército en Tarraco durante la preparación de una importante campaña militar contra los bárbaros que ocupaban gran parte de la península Ibérica. Es, en conjunto, un monumento clave de la arquitectura paleocristiana. Durante los primeros meses de 2012 estuvo cerrado por falta de personal.

Arco de Bará:
El Arco de Bará (a menudo escrito incorrectamente Arco de Barà) es un arco de triunfo situado a unos 20 km al norte de la ciudad de Tarragona, cerca de Roda de Bará. El arco está situado sobre el trazado de lo que fue la vía Augusta, actualmente sobre la carretera N-340. Fue erigido por disposición testamentaria de Lucio Licinio Sura entre el 15 y el 5 aC y dedicado al emperador Augusto. De una sola apertura, está construido con sillares de piedra local, con ocho pilastras estriadas, rematadas por capiteles corintios, que sostienen un entablamento con una inscripción al • alusiva a su construcción. Se supone que fue dedicado a Augusto oa su genio y que sirvió para marcar los límites territoriales que dependían de Tarraco.

Torre de los Escipiones:
La Torre de los Escipiones es un monumento funerario en forma de torre construida en la primera mitad del siglo I dC junto a la Vía Augusta, a unos 6 km al noreste de Tarraco, al borde de la carretera N-340, en el norte de Tarragona. Está formado por tres cuerpos superpuestos y en la fachada del intermedio presenta dos figuras de Atis – divinidad oriental funeraria – que sostienen una inscripción. Una errónea identificación de las figuras con los hermanos Escipiones es el origen del nombre tradicional.

Teatro romano:
El Teatro romano de Tarragona es un teatro romano construido en época de Augusto, en las proximidades del Foro de la Colonia y de la zona portuaria de Tarraco, actual Tarragona. Para su construcción se aprovechó el fuerte desnivel del terreno donde se apoyó parcialmente la grada. A pesar de haber sido objeto de importantes destrucciones en el transcurso del siglo XX, conserva restos graderío (cavea), el hemiciclo situado al pie de la grada (orchestra) y el espacio destinado a las representaciones teatrales (scaena).

Servicios centrales:
Se trata de un edificio construido en el extremo nororiental del conjunto de la Necrópolis Paleocristiana, que constituye el núcleo central de los servicios del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona, donde se encuentran la biblioteca, el archivo documental y fotográfico y los servicios técnicos y administrativos del museo, así como espacios para el trabajo de investigación.

Ocupa una superficie de 310 m2 y consta de cinco plantas, con una superficie total edificada de 1.600 m2. Las dos plantas inferiores están ocupadas por los almacenes. La planta tercera, al nivel de la avenida de Ramón y Cajal es donde está la entrada y la biblioteca. La cuarta planta alberga los servicios técnicos y administrativos del museo. Finalmente, el piso superior cuenta con unos talleres para la restauración y para el trabajo de investigación.

La biblioteca, originada a finales del siglo XIX para uso interno del museo, a partir de los años 30 del siglo pasado comienza a definirse como un servicio público, desarrollándose a partir de los años 40 hasta la actualidad, momento en que da servicio tanto al personal del museo como la comunidad investigadora y al público en general, gestionando una importante col • colección de los ámbitos temáticos cercanos al museo, como la arqueología clásica, la historia antigua, la historia del arte y la museología.

investigación:
Uno de los ejes de actuación del museo es la investigación centrada en los ámbitos relacionados basado directa o indirectamente con su temática y su espacio territorial: Tarraco y el ager Tarraconensis -desde los antecedentes de la cultura ibérica (siglos VI-V aC) hasta el fin del período visigótico (siglos VII-VIII dC) – constituyen su eje preferencial integrado, pero, en el marco general de la historia de Hispania y del Mediterráneo en época romana.

La importancia histórica y monumental de Tarraco y los retos causados ​​por su ubicación dentro de la moderna Tarragona han llevado al Museo Arqueológico Nacional de Tarragona a centrar sus programas de investigación en la investigación, preservación y difusión del mundo romano, la romanización de la Península Ibérica y Tarraco Papel como la capital de una de las provincias más grandes del Imperio Romano.

El Museo Arqueológico Nacional de Tarragona siempre ha explorado fórmulas programáticas. Su finalidad es reforzar la complementariedad de los objetos de la institución y de los restos arquitectónicos de la antigua Tarraco que se han conservado en la ciudad y sus alrededores.

La estructura actual de la MNAT está en consonancia con esta vocación. Además del Museo Arqueológico, la MNAT es responsable del Museo y Necrópolis Cristianos y las villas romanas de Els Munts (Altafulla) y Centcelles (Constantí). Su estructura organizativa incluye también los conocidos monumentos del Arco de Berà y de la Torre de Escipión, ubicados en la ruta de la Vía Augusta, y el Teatro Romano, actualmente en proceso de restauración.

Basándose en estos sitios, el MNAT pretende desarrollar un discurso que se ocupe de una serie de temas complementarios:
– La organización y vida social de una ciudad romana como Tarraco (el contenido de la exposición permanente del Museo Arqueológico).
– El mundo de la muerte en la antigüedad clásica (ejemplificado por el Museo y Necrópolis Antiguos).
– La estructura, el funcionamiento y la vida en una villa romana temprana relacionada con las élites gobernantes de Tarraco (centrándose en la villa romana de Els Munts).
– La construcción de una gran villa romana tardía (centrada en la villa romana de Centcelles).
– Las carreteras y sus monumentos (utilizando un arco honorario -el Arco de Berà- y un monumento funerario-Torre dels Escipions- como ejemplos).
– La ciudad y espectáculos públicos (ejemplificado por el complejo del Teatro Romano).