Primer piso, Museo de los Tiros de Granada

El gran salón de esta casa imperiosa, cuyos techos están pintados al fresco entre vigas y vigas que reproducen la lucha entre el bien y el mal, se puede acceder a un hermoso patio con arcadas donde se observa a la izquierda una escalera, que al principio era la escalera principal y hacia el derecha una escalera de madera construida más tarde para facilitar el acceso.

La colección comenzó a reunirse poco antes de 1929, una vez que se decidió la creación de un centro de museo dedicado a la historia de la ciudad. Desde ese momento, su primer director, Antonio Gallego Burín, contó con el financiamiento de la Real Comisión de Turismo, de la cual dependía el museo, para adquirir piezas únicas que llenarían el discurso previamente diseñado.

Para ello, se realizó la compra directa en anticuarios y la adquisición de algún fondo privado, como el que perteneció al escritor y periodista Francisco de Paula Valladar. Con el tiempo, otras obras vinieron del museo como resultado de la donación de individuos, lo que enriqueció tanto los antecedentes del museo como los de su biblioteca, centrada en la historia de Granada, y su biblioteca de periódicos, que reúne a la prensa granadina del siglo XVIII. al presente.

Salas de exposición

Sala IX. Habitación isabelina:
Una recreación ambiental del período isabelino, que incorpora sillones, alfombras o muebles isabelinos, convirtiéndolo en una habitación de época.

La sala 9 recrea una sala del siglo XIX, con retratos femeninos de artistas granadinos y referencias documentales y gráficas a las mujeres más importantes de la vida granadina del momento. Estas imágenes se repiten en la sala contigua, junto con otros testimonios de la vida cultural de la ciudad del siglo XIX: carteles teatrales, folletos, fotografías y grabados; sin olvidar las reuniones como La Cofradía del Avellano, representada a través del retrato de Ángel Ganivet.

Sala X. Mujer granadina:
La presencia femenina a través de una colección de aceites, básicamente retratos de mujeres, de los que destaca el tratamiento que se da a la ropa de las protagonistas. Destacan Mujer con loro, de Joaquín de la Rosa, fechada en 1839, o Mujer del vestido verde de José González de 1851. También cuenta con una colección literaria de tradiciones donde la mujer granadina es la protagonista, destacando la revista de la burguesía Mare de Família, las biografías de Eugenia de Montijo o Mariana Pineda o fotografías como la de Emilia Llanos. También se encuentran asociaciones artístico-literarias, como la Grammar schoolo The Grenadine Rope.

Sala XI. Grandes eventos:
El periodismo fue el eje de comunicación del siglo. Los periódicos son el patrimonio más rico de este museo, por lo que se convierte en el principal protagonista de esta sala. El Defensor de Granada o El Loco Constitucional son solo algunos de los ejemplos allí. Los temas más importantes que denuncian son la pobreza, el analfabetismo o la mala situación de salud de la ciudad, y son la fuerza impulsora detrás de las demandas de la modernidad que tanto se demandan en esta época.

La sala 11 documenta, gracias a la prensa, la evolución histórica de Granada, desde la invasión napoleónica hasta los cambios sociales y urbanos experimentados en la ciudad alrededor de 1900.

Sala XII. Sala de las celebraciones:
Muestra de las grandes celebraciones de Granada y las de barrio. El fenómeno del posterismo es evidente en esta sala. Tauromaquia, programas manuales, textos y grabados de la tradición festiva de la ciudad y el creciente papel de la fotografía de noticias. También puede ver una pieza única, el eje del gran festival del Corpus Christi, que se conoce como la Tarasca.

Al final de la ruta se encuentra la sala 12, donde el festival principal de la ciudad, Corpus Christi, es el protagonista de carteles y litografías.

Museo de los tiros de Granada
Casa de los Tiros es un museo y propiedad ubicada en la ciudad española de Granada, comunidad autónoma de Andalucía. Se encuentra ubicado en el barrio del Realejo, en la calle Pavaneras. Su nombre se debe a las piezas de artillería en sus almenas. Actualmente es la sede del Museo Casa de los Tiros en Granada; Durante algunos años, también fue sede del Ateneo de Granada.

El museo estaba creciendo con obras como dibujos, grabados, litografías, fotografías, planos, piezas de artesanía local como barro, linternas, textiles, fondos bibliográficos de Granada, viajes, publicaciones seriadas, folletos, carteles o periódicos, donados por personas que hacen arriba los fondos de este museo.

Los criterios de selección para los objetos mostraron un profundo sentido del futuro, porque los esfuerzos se centraron en recuperar dibujos, grabados, litografías, fotografías, dibujos, piezas de artesanía local como loza, farolas, telas, etc. Objetos bibliográficos con un tema de Granada. , también se recopilaron documentos de viaje, series de publicaciones, panfletos, etc. Este esfuerzo significativo para organizar el Museo se completó con la colección, mediante compra o donación, de archivos privados de personas que fueron notables en la vida cultural de Granada. Gallego Burín también donaría sus archivos personales a este museo.

En el diseño del Museo Casa de los Tiros, hay varias salas de especial interés, como la dedicada a los viajeros románticos, centrada en la figura de Washington Irving; la sala de arte industrial, que acomoda el valor y la importancia de la artesanía local; o el salón dedicado al mundo gitano, el único dedicado a un grupo humano tan importante en ese momento.

También debe mencionarse la importancia histórica del edificio, en particular, la torre o el cuerpo principal con el que la casa, como ejemplo de arquitectura del siglo XVI, se presenta a la ciudad. Basado en un pasado islámico, la torre fue transformada por su propietario, Gil Vázquez Rengifo, en el siglo XVI, desarrollando un interesante programa simbólico vinculado y basado en la exaltación del héroe medieval y el paso a la modernidad en este proceso.

Colección
El museo ofrece a los visitantes tres recorridos por sus instalaciones. Primero, el itinerario principal, habitación por habitación, comenzando desde el patio central y subiendo las escaleras a los diferentes pisos. En segundo lugar, el visitante puede optar por una visión temática o puramente cronológica, gracias a la flexibilidad de su enfoque museológico. Finalmente, se propone una tercera opción que consiste en visitar el edificio en sí por su valor arquitectónico, centrándose en la singularidad de la torre, el patio y el jardín que tiene la casa, llamando la atención sobre su concepción espacial como una casa típica de Granada.

Dada la naturaleza de los fondos del museo y la era a la que pertenecen principalmente, el siglo XIX ha optado por centrar el discurso de la exposición permanente en este período histórico, con la intención de extender este límite cronológico en el futuro y ser consciente de que Siempre es posible utilizar la sala de exposiciones temporales como complemento para ampliar en detalle los múltiples aspectos del discurso del museo.

Conociendo la riqueza de la colección expuesta, es fácil proponer o emprender otras rutas o visitas desde otras perspectivas, como una visión puramente cronológica o la posibilidad de seguir la historia y la evolución de diversas técnicas artísticas como la impresión o la fotografía.

Finalmente, es muy recomendable una visita en la que el protagonista sea el edificio que comienza con los espacios del museo que recuerdan su pasado como palacio de Gil Vázquez Rengifo y más tarde de Granada Venegas o Marquesas de Campotéjar, del cual se conserva el pasillo. con pinturas de animales en el techo; siguiendo la escalera principal, donde se exhibe una colección de retratos de reyes españoles de la Casa de Austria del Generalife; la pequeña escalera del siglo 16 con pinturas murales de las Virtudes; y, finalmente, la Plaza de Oro, la sala principal del edificio, que conserva restos de pintura mural y una rica pared de madera decorada con relieves de los personajes más importantes de la historia de España hasta el reinado del emperador Carlos V.