Práctica espacial crítica

El término «práctica espacial crítica» fue introducido por Jane Rendell en 2003 para describir formas de práctica ubicadas entre el arte y la arquitectura. Posteriormente, Rendell consolidó y desarrolló el término como uno que define las prácticas ubicadas en una intersección de tres vías: entre la teoría y la práctica, pública y privada, y el arte y la arquitectura. Para Rendell, la práctica espacial crítica está basada en The Practice of Everyday Life de Michel de Certeau (1980, traducida al inglés en 1984) y The Production of Space (1974, traducida al inglés en 1991) de Henri Lefebvre, así como la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt, pero su definición tiene como objetivo transponer las cualidades clave de la teoría crítica -autorreflexión y transformación social- a la práctica. En el trabajo de Rendell, las prácticas espaciales críticas son aquellas que buscan cuestionar y transformar las condiciones sociales de los sitios en los que intervienen, así como probar los límites y procedimientos de sus propias disciplinas.

Otros teóricos y practicantes han trabajado con el término, evolucionando en diferentes direcciones. Por ejemplo, estaba el grupo de lectura y blog spot iniciado por Nicholas Brown a principios de la década de 2000, que surgió de las discusiones sobre la práctica artística de caminar de Brown. En 2011, Nikolaus Hirsch y Markus Miessen comenzaron una serie de libros con Sternberg Press llamada Critical Spatial Practice, que se centró en el discurso y la práctica arquitectónica, y en la primera publicación hicieron la pregunta: «¿Qué es la práctica espacial crítica?». En 2016, Hirsch y Miessen crearon un sitio web llamado criticalspatialpractice.org para archivar su trabajo en esta área desde 2011. El MaHKUscript, Revista de investigación de bellas artes publicó un número especial sobre práctica espacial crítica en 2016, donde muchos de los colaboradores promulgaron prácticas espaciales críticas relacionadas con cuestiones políticas y ecológicas.