La catedral tiene 80 capillas y altares. Los altares de la catedral de Sevilla son un conjunto extraordinario para observar la evolución estilística del arte de la cuadrícula en Andalucía. Estos cierres protegen los recintos, son pantallas caladas a través de las cuales la luz penetra y produce una atmósfera de misterio que modifica, mejora y transforma los espacios de adoración y oración.

La mayoría de los altares del siglo XVI aún tienen barandas y barandas contemporáneas. La falta de depósitos cercanos obligó a la importación de hierro. La reja monumental de la Capilla de la Concepción se destaca desde el siglo XVII.

Altares del lado sur
Las capillas en el lado sur están divididas en 2 grupos por la puerta de San Cristóbal. En el primer grupo, a partir de la fachada este, se encuentran la Capilla del Mariscal, Antecristia, Capilla de los Dolores y Capilla de San Andrés. En el segundo, Capilla de la Virgen de la Antigua que es más grande que las demás, Capilla de San Hermenegildo, Capilla de Santa Ana y Capilla de San Laureano que entra en contacto con la fachada oeste. En las inmediaciones de la Puerta de San Cristóbal se encuentran el altar de la Piedad, el altar de la Concepción y el monumento a Cristóbal Colón.

1. Capilla del mariscal
Esta capilla debe su nombre a su patrón, Diego Caballero, rico comerciante y armador, mariscal de la isla de La Española desde 1536, quien entregó la importante suma de 26,000 maravedies al Capítulo de la Catedral de Sevilla en 1553 encontró una capellanía y construyó el retablo pictórico que aún persiste hoy, sin duda una joya del arte renacentista.

El retablo es obra del pintor Pedro de Campaña, que contó con la colaboración del escultor Pedro de Becerril para las imágenes y la arquitectura, y el pintor Antonio de Arfián para la policromía de la estructura arquitectónica, el trabajo comenzó en 1555, y duró ocho meses. Se compone de un total de 10 mesas. En el banco o en la parte inferior, a la izquierda, retratos de Diego Caballero, su hijo y hermano Alonso, en el centro Jesús entre los médicos, a la derecha retratos de Leonor de Cabrera (esposa de Don Diego) y su hermana Doña Mencia (Alonso esposa) con sus hijas. En el cuerpo principal, la mesa central es La purificación de la Virgen, a su derecha Santo Domingo (arriba) y Santiago en la batalla de Clavijo (abajo), a su izquierda La imposición de la casulla en San Ildefonso (abajo) y La estigmatización de San Francisco (arriba). En el ático La Resurrección y más arriba en la subasta de El Calvario.

La mesa principal, como ya se mencionó, corresponde a la Purificación de la Virgen, esta escena relacionada en el Evangelio de San Lucas, también se conoce como la Presentación de Jesús en el Templo. Según la ley de Moisés, todos los judíos debían consagrar a sus hijos en el templo, pero la mujer en trabajo de parto se consideraba impura y solo se le permitía ingresar a la Casa de Dios 40 días después del nacimiento, por lo que esta festividad se celebra 40 días después. 25 de diciembre, es decir, 2 de febrero. La mesa tiene unas dimensiones de 330 cm por 240 cm y está inspirada por algunos autores en un grabado de Alberto Dürer. En primer plano aparece un inválido en el suelo que extiende su brazo mientras un niño le ofrece una fruta, detrás de la Virgen y Simeón con el niño en sus brazos, una serie de figuras femeninas rodean la escena, cada una de ellas es una alegoría del Diferentes virtudes de la Virgen. La figura de La Caridad tiene dos niños en sus brazos, detrás de La Temperance con una jarra, La Justicia con una balanza, La Fortaleza con una cabeza de león en un broche, La Prudencia con un espejo, La Fe con una cruz en la mano y Espero que eso incline su cabeza hacia arriba.

3. Capilla de los dolores
A través de esta capilla se puede acceder a la Sacristía de los Cálices, entre sus elementos artísticos, destaca una imagen de la Virgen de los Dolores ubicada en el banco del retablo, es una obra realizada por Pedro de Mena desde 1670. En la pared frontal se encuentra el tumba del ex arzobispo de Sevilla y el cardenal Marcelo Spínola, quien está representado en una actitud de oración. Fue esculpido por Joaquín Bilbao en 1906. En la parte superior cuelga una magnífica pintura de Valdés Leal, es Los Esposorios de la Virgen y San José, de 1657. Otras pinturas interesantes que adornan esta capilla son La negación de San Pedro y El entierro de Cristo, obras anónimas francesas del siglo XVII, y Jacob bendiciendo a sus hijos, una pintura flamenca también del siglo XVII, atribuida a Pieter van Lint.

4. Capilla de San Andrés
El elemento artístico más importante de este espacio es, sin duda, el Cristo de la Clemencia (1603), una escultura policromada de madera de Juan Martínez Montañés, también llamada Cristo de los Cálices, por el lugar donde anteriormente estaba en la catedral, es una obra maestra de escultura barroca; Es un hermoso hombre crucificado que inspira una enorme serenidad. Tiene la particularidad de estar unido a la cruz con 4 clavos en lugar de los 3 habituales.

A la derecha hay cuatro tumbas góticas muy antiguas que se hicieron alrededor del año 1400, posiblemente en el taller de Toledo del escultor Fernán González. Alvar Pérez de Guzmán, su padre, su esposa, Elvira de Ayala y su hijo están enterrados en ellos.

También hay dos pinturas de gran interés atribuidas a Lucas Jordán que fueron pintadas alrededor de 1700, en la primera se representa la transferencia del Arca del Pacto y en la segunda El cántico de la María profética, es decir, la escena en la que La hermana de Moisés canta acompañada de otras mujeres israelitas en acción de gracias por haber podido cruzar el Mar Rojo. En la parte superior hay una copia del Martirio de San Andrés, de Juan de Roelas, el original se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Altar de la misericordia
El elemento principal de este altar en la pintura central del retablo que hizo Alejo Fernández en el año 1527. Esta tabla representa la escena de La Piedad con las figuras de Jesucristo, la Virgen María, José de Arimatea, María Magdalena, María de Betania y María Salomé. En el banco del retablo se pueden ver los retratos de Mencía de Salazar y su esposo Alonso Pérez de Medina, donantes de la obra.

Altar de la Concepción
Este altar no debe confundirse con la Capilla de la Concepción Grande, que también se encuentra en la Catedral de Sevilla y está dedicada a la misma dedicación de la Virgen María.

La pintura principal del retablo se destaca en este espacio, realizada por Luis de Vargas en 1561 y representa un tema alegórico sobre Jesucristo. En él, varios personajes se encuentran alrededor del árbol de Jesé que simbolizan la genealogía temporal de Jesús, comenzando por Adán, que está en primer plano. Sobre estos personajes, en una nube, está la Virgen con su hijo en brazos.

Esta pintura se conoce popularmente desde muy antigua como la imagen de la gamba. Se dice que en el siglo XVI, el maestro Mateo Pérez de Alesio estaba en la catedral pintando un San Cristóbal, y admiraba tanto la obra de Luis de Vargas que un día le dijo: Piu vale la tua gamba, che il mio S. Cristoforo, de esta anécdota viene el nombre popular. Se complementa con el retrato del donante, el cantor español Juan de Medina, que aparece en el banco del retablo y es una prueba contundente a favor de las altas condiciones de Luis de Vargas como retratista.

La capilla está protegida por una rejilla del período renacentista completada en 1562. Fue diseñada por Hernán Ruiz II.

5. Capilla de la Virgen de la Antigua
Según la leyenda, antes de que los cristianos conquistaran Sevilla, un ángel llevó al rey San Fernando a la mezquita principal de la ciudad, donde detrás de un muro que se volvió transparente, pudo ver la imagen de la Virgen de los Antiguos que había estado escondida allí durante siglos. . Pocos días después, las fuerzas musulmanas de San Fernando entraron triunfalmente a la ciudad y se rindieron el 22 de diciembre de 1248.

La capilla actual está presidida por un retablo en cuyo centro hay una imagen al fresco de la Virgen de la Antigua, realizada según los historiadores en el siglo XV, en una pared de la antigua mezquita que ocupaba el espacio de la catedral actual. La Virgen sostiene a su hijo con la mano izquierda y una rosa con la derecha, mientras que el Niño sostiene un pájaro. En su cabeza, dos ángeles sostienen una corona en el aire que se hizo en 1929 para la coronación canónica de la imagen y sobre otro ángel muestra la inscripción Ecce Maria venit. El retablo es de mármol y las diferentes esculturas que posee están talladas por Pedro Duque y Cornejo.

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En la pared izquierda está la hermosa tumba del cardenal Diego Hurtado de Mendoza, que fue hecha en Italia por Domenico Fancelli en 1510. En la pared derecha está el entierro del arzobispo Luis de Salcedo y Azcona, una obra esculpida por Duque Cornejo entre 1738 y 1740. Otro punto a destacar son las numerosas lámparas plateadas del siglo XVIII que adornan la capilla.

6. Capilla de San Hermenegildo
Este fue el lugar elegido por el cardenal Juan de Cervantes para descansar eternamente. El cardenal Cervantes nació en Lora del Río (Sevilla), en el año 1382 y fue obispo de la ciudad durante cinco años, desde 1449 hasta el 25 de noviembre de 1453. Lorenzo Mercadante de Bretaña talló en 1458 la magnífica tumba gótica hecha en blanco El alabastro que aún se conserva y estampa su firma Lorenzo Mercadante de Bretaña, esculpió este paquete. En la parte delantera, destaca el escudo de armas del cardenal sostenido por ángeles, sobre él la estatua reclinada de enorme realismo en un catafalco.

Dentro de la capilla también hay un retablo hecho por Manuel García de Santiago alrededor de 1750 presidido por una imagen de San Hermenegildo tallada por Bartolomé García de Santiago.

7. Capilla de San José
El altar neoclásico que preside esta capilla fue diseñado por el arquitecto Juan Pedro Arnal y construido entre 1785 y 1800, la escultura principal que representa a San José es obra de José Esteve Bonet y el resto fue realizado por Alfonso Giraldo Bergaz.

En la pared derecha, la tumba del cardenal es Manuel Joaquín Tarancon y el arzobispo Morón de Sevilla entre 1857 y 1862.
Entre las pinturas que adornan las paredes podemos destacar La cena del rey Baltasar, obra del pintor flamenco Frans Francken the Younger.

8 Capilla de Santa Ana o el Cristo de Maracaibo
Detrás del altar, se puede ver un retablo pictórico realizado en 1504 y dedicado a San Bartolomé. Se desconoce quién fue su autor, aunque un análisis detallado de sus características ha determinado que la obra es obra de dos artistas que no ha sido posible identificar.

Diferentes escenas de la Pasión de Cristo, Flagelación, Camino del Calvario, Crucifixión, Descenso y Piedad aparecen en la orilla del retablo. En el primer cuerpo, pinturas de varios santos que corresponden a Santiago el Mayor, San Blas, San Bartolomé, San Nicolás y San Sebastián. En el segundo cuerpo dedicado a María, están representados San Juan Bautista, Santa Ana, La Virgen con el Niño, Santa Marta y San Miguel Arcángel.

Otro elemento notable de esta capilla es la imagen pintada en madera del Cristo de Maracaibo, realizada en 1560 y atribuida a Pedro de Villegas Marmolejo. Modernamente se integró en un retablo realizado por Joaquín Bilbao en 1919.

En la pared derecha se encuentra el sepulcro del ex arzobispo de Sevilla y el cardenal Luis de la Lastra y Cuesta, esculpido por Ricardo Bellver en 1880. La figura del cardenal está de rodillas apoyada sobre una rodilla.

9. Capilla de San Laureano
Esta capilla fue la primera parte de la catedral que se construyó. Contiene la tumba del arzobispo Alonso de Egea que fue enterrado en 1417 y la del cardenal Joaquín Lluch y Garriga, quien murió en 1882.

El retablo dedicado a San Laureano es de un autor desconocido, consta de dos cuerpos, en el nicho central representa a San Laureano vestido de obispo con un cuchillo en la mano que simboliza su martirio, a su derecha el Santo está rezando y en el Dejó la aparición del ángel que le dijo que se fuera de Sevilla. En la parte superior, se representa el martirio de San Laureano, flanqueado por ángeles enmarcados en columnas salomónicas.

La bóveda de la capilla fue decorada por Lucas Valdés, pero estas pinturas se perdieron. Actualmente hay cinco pinturas de Matías de Arteaga y Alfaro realizadas entre 1700 y 1702 que representan las siguientes escenas: La resurrección de un joven en Marsella por la intervención de San Laureano, San Laureano en Roma ante el Papa Virgilio, La curación de un enfermo persona en Roma por la intervención de San Laureano, El martirio de San Laureano, La entrega de la cabeza de San Laureano al clero de Sevilla.

Catedral de sevilla
La Catedral de Santa María de la Sede se encuentra en Sevilla. Es de estilo gótico. Es la catedral más grande del mundo. La Unesco declaró en 1987, con el Real Alcázar y el Archivo de Indias, Patrimonio y, el 25 de julio de 2010, Bien de valor universal excepcional. Según la tradición, la construcción comenzó en 1401, aunque no hay evidencia documental del comienzo de los trabajos hasta 1433. La construcción se llevó a cabo en el sitio que quedó después de la demolición de la antigua mezquita de aljama en Sevilla, cuyo minarete ( La Giralda) y el patio (patio de los Naranjos) aún se conservan.

Uno de los primeros maestros de obras fue el Maestro Carlin (Charles Galter), de Normandía (Francia), que anteriormente había trabajado en otras grandes catedrales góticas europeas y llegó a España que se cree que huía de la Guerra de los Cien Años. El 10 de octubre de 1506, se colocó la última piedra en la parte más alta de la cúpula, con lo que simbólicamente se completó la catedral, aunque de hecho el trabajo continuó ininterrumpidamente a lo largo de los siglos, tanto para la decoración interior, como para agregar nuevas habitaciones o para consolidar y restaurar el daño causado por el paso del tiempo, o circunstancias extraordinarias, entre las cuales cabe destacar el terremoto de Lisboa de 1755 que produjo daños menores a pesar de su intensidad. Los arquitectos Diego de Riaño, Martín de Gainza y Asensio de Maeda intervinieron en estas obras. También en esta etapa, Hernán Ruiz construyó el último cuerpo de la Giralda. La catedral y sus dependencias se completaron en 1593.

El Cabildo Metropolitano mantiene la liturgia diaria y la celebración de las festividades del Corpus, la Inmaculada y la Virgen de los Reyes. Este último día, 15 de agosto, es también la fiesta titular del templo, Santa María de la Asunción o de la Sede, y se celebra con una solemne tercera procesión pontificia.

El templo alberga los restos mortales de Cristóbal Colón y varios reyes de Castilla: Pedro I el Cruel, Fernando III el Santo y su hijo, Alfonso X el Sabio.

Una de las últimas obras importantes realizadas tuvo lugar en 2008 y consistió en reemplazar 576 sillares que formaban uno de los grandes pilares que sostienen el templo, con nuevos bloques de piedra de características similares pero con una resistencia mucho mayor. Este difícil trabajo fue posible gracias al uso de sistemas tecnológicos innovadores que demostraron que el edificio sufría oscilaciones de 2 cm diarios como consecuencia de la expansión de sus materiales.

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